Once upon a time, there was a girl... (la misma de la entrada anterior)
Ella sorprendida por las cosas nuevas que sentía y aceptándolas, decidió hacer lo que nunca en su vida: dejar de poner el freno y pisarle al acelerador!
El viaje parecía increíble, el clima era el adecuado, la diversión no faltaba.
La reunión de estos elementos y los deseos de ella, la impulsaron a subirse al avión con más ganas aún, y sin pensarlo dos veces; se aventó en caída libre.
El viento soplaba, la adrenalina corría, los colores se abrillantaban y todo vibraba. El rush estaba a todo lo que daba y ella se sentía como nunca en su vida.
Pero hay veces en las que el paracaídas no funciona. Y entonces se tiene el tiempo necesario para abrir el de emergencia.
Ella, extasiada por las miles de sensaciones, olvidó ese paracaídas de emergencia.
Y, como era de suponerse, la caída fue dolorosa, como jamás la había sentido en su vida.
Todo paso rápidamente, ella lo sabe, pero su deseo por aventarse fue tanto, que olvidó tomar sus precauciones.