lunes, 25 de julio de 2011

¿Quién no querría?

Han pasado ya tres años, vimos recorrer por los pasillos y por los salones a maestros y alumnos, algunos volvieron, otros no. Y, al final, estamos los que estamos, no sé si los mejores, pero por lo menos los más tercos.

Después del vaivén de alumnos y maestros, quedamos nosotros, y este montaje para mi representa nuestro cierre. El ciclo se termina y es nuestro momento de mostrar lo que hemos aprendido a lo largo de estos tres años en CasAzul.

Entonces, ya que queremos cerrar de la mejor manera posible, por qué no aventurarnos y cerrar como se debe de hacer, con un clásico, con Shakespeare.

Lo hago porque hasta este momento de mi vida, no me veo haciendo algo más, lo hago porque quiero actuar, porque me gusta, porque es un reto, y porque creo que esta carrera es hermosa, en parte por la cantidad de retos que implica y la satisfacción que da el lograrlos.

Me gusta porque a pesar de tener cientos de años, es un texto que sigue confrontándonos, que sigue hablando de nosotros, que nos hace percatarnos de que el ser humano no ha cambiado tanto, sus conflictos siguen tratando de lo mismo, por eso es un clásico.

Me gusta que al estudiarlo comprendo más de la especie humana, de lo efímero del amor, de lo vago de las promesas, de la fuerza de los celos, de las ganas de crear, de la lucha por el poder y el control, de la envidia, del deseo, etcétera. Con todo y sus detalles de fantasía, me acerca a lo real, a lo carnal y visceral.

Para mí, cerrar con Shakespeare representa todo un reto, una confrontación con mi persona y una prueba para mis habilidades. Representa tres años de estudio y entrenamiento, representa horas de ensayo, risas, enojos, llanto, desesperación e incluso ganas de mandarlo todo a la chingada. Representa ese suspiro antes de comenzar, representa miedos, ganas, topes con la pared y aplausos de alegría.

Es difícil plasmar en palabras la cantidad de cosas que representa, porque no sólo es terminar la carrera, es nuestro primer montaje y tal vez el único todos juntos, es enfrentamiento con público no sólo casazuleño, es creación de un personaje complejo como cada uno de nosotros, es Shakespeare. Y, en nuestro caso, tiene que ser Shakespeare, no algo más.

Cada vez me convenzo más de que me/nos gusta la mala vida y los retos grandes, por eso hacemos esta obra o simplemente por eso decidimos estudiar actuación.

Ha sido una aventura este montaje, trabajar con tanta gente para una puesta en escena es bastante difícil, pero creo que nos hemos acoplado bien. Es emocionante el ver como un texto va tomando forma y se va plasmando físicamente, cómo transformamos metáforas en acciones físicas o simplemente cómo representamos un bosque.

Hacer que 22 cabecitas piensen en el mismo lugar y así compartirlo con la demás gente, es un trabajo arduo, pero es riquísimo saber que hay otro que está comprendiendo el mensaje y empatizando con tu personaje y el lugar en el que se encuentra (idealmente).

Llevamos seis meses trabajando en corporalidad, búsqueda, lecturas, exploraciones, y más con base en “Sueño de una Noche de Verano” y seguimos encontrando cosas, y seguro cuando terminemos la temporada, encontraremos más de la obra, incluso años después.

Otra buena razón para querer hacer este montaje, que las funciones nunca serán iguales, que ni los ensayos lo son y que de cada uno se aprende mucho.

Me gusta que en la obra hay un poco de todo, que representa a la humanidad entera, está el duque, una amazona sometida, los niños ricos que se enamoran pero que no tienen el permiso del padre, el niño rico que abusa de su poder, la otra niña rica enamorada del que no le hace caso, las mejores amigas y una que envidia a la otra, la traición, el montón de locos que se les ocurre que es buena idea montar una obra de teatro y no sólo se les ocurre, sino que se creen realmente hábiles y adecuados para hacerlo (sin ofender a los presentes haha), hay un mundo de hadas, elfos, un rey y una reina del mundo mágico que se pelean por un niño mortal, hay un lío amoroso, un amor enfermizo, un Cantinflas que aprovecha ser tratado como rey, una persecución, un despertar, una triple boda, una obra, un epílogo. Tenemos TODO en la obra, y todo representa diferentes aspectos del ser humano.

Y con todo lo que he escrito, lo que contiene, lo que implica, lo que representa, lo que cuesta, etcétera. ¿Quién no querría hacer Sueño de una Noche de Verano?